Cuando piensas en escribir en un blog para nada se te viene a la cabeza que con sólo una entrada podrías sacarlo adelante. Si todos los anhelos de tu vida se basasen en ese blog sería devastador el pobre resultado del mismo. Da igual lo que escribas, sólo interesa una cosa: Ángel y Sabrina. Visto el interés absurdo que suscitan es comprensible que se hayan ocultado de tal modo que todo lo que queda sobre ellos son recuerdos y rumores. El último de estos rumores que ha incrementado las visitas a mi blog es que iban a entrar en El Reencuentro. Un rumor interesado obviamente. Y es que para saber si se ha escrito o dicho algo de Ángel y Sabrina sólo tengo que mirar las visitas de mi blog. Luego entro en Google y busco las entradas más recientes sobre la pareja. Justo lo que acabo de hacer. Y bingo, en la web La Vida En Directo una noticia anuncia la posible entrada de Ángel y Sabrina además de la de Carlos Navarro y Fayna. Y es generoso llamar a esto noticia, porque no es más que un rumor para despertar un cierto interés sobre algo que quizá no lo tiene.
Pero… ¿y si fuera cierto? ¿y si Ángel y Sabrina volvieran a la tele? Después de años de lucha por recuperar el anonimato del cual se arrepintieron salir muchas veces tal vez hubiera un motivo, claramente económico para volver a sufrir las hieles del famoseo. La excusa de ingresarlos en el concurso entremés de Supervivientes sería que se diera por cierta la nunca suficientemente confirmada noticia de que se separaron. Noticia que una vez salió a la luz fue desmentida ese mismo día en la cadena que los parió.
Pero hay un fenómeno curioso que se dio en Telecinco dada la principal actividad empresarial que se ejerce en esa cadena, entre informativo e informativo, que no es otra que el desmenuzamiento de vidas ajenas más o menos importantes y eso sí, que no les cosa a demandas; y es que increíblemente pese a la contundencia de la noticia, dejaron en paz a Ángel y Sabrina, y no sería por que no hubiera interés por ellos, las visitas a mi blog lo acreditan. Aparte de la que se lió con la noticia de Globedia que finalmente alojé en mi blog previo permiso de la autora que acabó hasta las narices de ejercer de moderadora de comentarios. No se entiende. Y me alegro por ellos. Que consiguieran que no les dieran la lata es algo, además de extraordinario, digno de admiración. Pero mi asombro sigue en aumento, me sorprende que los medios de comunicación rosas se pararan ante algo y lo respetaran. Por eso, si volvieran a la palestra sería tirar por la borda un trabajo muy laborioso y de muchos años. Por que no quede un acento crítico, como personas que sin duda se quisieron, por mucho que tuvieran que lamentar su acercamiento a los medios de comunicación, hay que reconocer que si no hubieran participado en Gran Hermano, tal vez nunca se hubieran conocido, y de haberse conocido dudo que se arrepientan, pese a que hayan roto.
Alcanzar el anonimato una vez perdido es algo tan difícil o más aún que alcanzar la fama. Hay otra malagueña, mundialmente famosa, que emprendió esa ardua tarea, y casi lo consiguió, pero el anonimato una vez perdido no se recupera, siempre hay alguien que te reconoce, pero tal vez, con un poco de suerte no sea un pelmazo.
Ser un donnadie no está nada valorado, poder ir por la calle sin que te pare nadie, comer o tomar un café en un bar sin que se te acerque nadie con una servilleta de papel en la mano y un boli con propaganda en la otra exigiéndote el deber de firmar un autógrafo, porque la fama te obliga a ese peaje. O como les sucede a los famosos que exponen su vida que una señora con gafas cualquiera te dé consejos sobre tu vida. Como estos hay muchos otros tributos que la fama exige sin que el famoso crea cuando no lo es, que tiene que pagar. Y vivir levantándote tranquilo todas las mañanas sin temer el sobresalto que te puede causar ver la tele y escuchar el último rumor insidioso sobre ti.
Desde luego como decía el sabio cordobés, "El Cordobés": "más cornás da el hambre", y antes que robar y matar por dinero, más vale perder el anonimato para comer. Y tal vez uno pueda aguantarse el hambre y la necesidad propias, pero las ajenas, las de los seres queridos, por mucha dignidad que uno tenga, provocan que se pierda. Y por ello, y desde aquí valga toda la comprensión hacia quienes un dia se exponen a los medios a cambio de dinero por estas causas y reciben unos inmerecidos reproches. Sé que mucho listillo con la luz pagada para toda la vida diría que antes hay otras soluciones, pero eso es fácil decir cuando se tienen medios y contactos a su alcance y dinero para mantenerlos.
Nota: Aquí el enlace que ha provocado esta nueva entrada de mi blog.
http://www.lavidaendirecto.com/modules/news/article.php?storyid=721