Todos los días nos ocurren cosas que nos cohibimos de contar por cualesquiera motivos, todo el mundo quiere oir algo bueno y bonito. Aquí escribo lo que quiero y si alguien quiere algo bueno y bonito que lo busque en otra parte.
Aprovecho las cientos de visitas a esta entrada para pedir vuestro apoyo para Frank Cuesta, o más conocido como Frank de la Jungla,.Su esposa, Yuyee, como sabréis ha sido condenada a 15 años por un delito no probado, ya que la supuesta prueba desapareció en el supuesto análisis. Su abogado no hizo un gran papel, y las amenazas que Frank dice haber recibido indican que él y sus actividades son molestas para ciertos poderes. Quienes conozcáis algo de leyes sabréis que tal y como él lo ha contado ese juicio es un total despropósito. En cualquier caso, culpable o no, nadie merece pasar quince años por una nimiedad como ésa, si es que es así. TIENEN 4 HIJOS, creo que es suficiente motivo para percatarse de la injusticia cometida contra Yuyee por sabe Dios qué motivos. Así que ruego que firmes esta petición en Change.org, ante todo léela, el objetivo está a punto de cumplirse, y si firmas mucho mejor. Muchas gracias lectores, por atender en este humilde blog.
Mi querido Rafa:
Anoche me enteré en las últimas noticias de Facebook de que a partir de septiembre ya no contarán contigo en Herrera en la Onda, no sé si toda la emisora prescindirá también de ti. Si no te tuviera en Facebook me sentiría huérfana, de luto, desolada, pero te tengo ahí. Perder aquello que te da seguridad es algo que nos resulta conocido a todos, pero por más palabras que se te dediquen el sentimiento seguirá siendo devastador. En cierto modo es como si te hubieran matado, han asesinado tu voz, aunque no tu alma que se podrá seguir manifestando en otros medios como en Voz Populi. Pero tu maravillosa voz tan llena de energía que te arrancaba sonrisas y risas de momento ha sido masacrada. Ignoro qué motivos han empujado a tomar esta decisión tan cruel, ni quien la ha tomado, por no ser injusta ignoro también si alguien se ha opuesto con energía a tal decisión. Es cierto que como muchos de tus seguidores decían el ambiente se notaba enrarecido, a veces (es una impresión) pareciera que te hacían el vacío, ya no seguían tus bromas, no sé si en un afán de incomodarte o en una aspiración de corrección que no sé a qué vendría a cuento, porque tú siempre has sido así desde que te contrataron, es más, diría que por eso te contrataron.
Cuanto ha cambiado todo, recuerdo cuando Herrera tenía el programa por la tarde, allá por los primeros 2000, había una guerra, porque Radio Exterior interrumpió la emisión para anunciarla y se quedó grabado en mi cassette. En aquellos tiempos Herrera hacía bromas muy guarronas a Josemi Rodríguez Sieiro, preguntándole, por ejemplo, si era correcto después de tomar una fabada sentarse en el sofá con las piernas en alto subiendo el pompi y tirarse cuescos con un mechero encendido cerca de la salida de éstos. Como ha cambiado todo desde entonces. Lo admito, yo escuchaba a Herrera porque me divertían estas chanzas, huía de la corrección intelectual de la Ser, cadena que también escuchaba, pero no para divertirme. En aquel entonces pensaba que Onda Cero apostaba por el humor y la alegría, pero parece que todo ha cambiado.
La primera vez que te escuché, que tuve noticia de ti, fue en el programa de Pumares, Polvo de Estrellas, curioso, porque parece que tu destino será parejo al suyo. Es como si el cine sólo debiera ser contado de un modo extremadamente serio, a lo Garci, en plan coloquio de “¡Qué grande es el cine!”. En fin, como entonces, no entendí que prescindieran de Pumares y sus momentos Fibergram, y al final, él ha tenido que arrojarse a la arena del circo mediático supongo que por subsistencia. Tras su marcha de Onda Cero acabó de tertuliano en Crónicas Marcianas, y su fichaje, sospecho, sólo se debió a la anécdota del Fibergram, y no a su sabiduría cinematográfica. Espero que si no tienes una suerte mejor, al menos puedas tener la oportunidad de colaborar en algún programa, no por tu sabiduría, sino por tu donaire. Ríete, pero te veo en “¡Qué tiempo tan feliz!”, ojalá tuvieran el acierto de darte una silla, al menos el programa no atufaría a Tena Lady usada, y a amiguismo. Sería gracioso veros a ti y a la Campos juntos polemizando. Ella haciéndote callar en plan Rotenmeier y tú desafiándola con tus chanzas y bromas sexuales.
Muchas veces he pensado, cuando notaba que tu presencia cada vez era más disminuida por Herrera que Pumares y tú deberíais tener un programa los dos, en plan batallitas, sin guión, sería muy divertido, y nocturno, para que aquello de la corrección diurna no os condicionara. Me extraña que a nadie se le ocurriera.
Gracias a esta horrible decisión ya no tendré que hacer esfuerzos memorísticos para poner la radio los viernes. Y yéndose Rafa Fernández forzosamente tendré que decir adiós a Carlos Herrera, que ya no es el mismo que me hacía reír pese a sus imitaciones madrugadoras de Federico Jiménez Losantos.
Me pregunto cuál habrá sido la frase fatal que haya determinado esta condena, me pregunto si detrás de este despido habrá fuerzas ocultas que hayan presionado para que se tomara esta decisión. ¿Puede ser que Rafa con gran acierto haya hecho que muchos espectadores no nos gastáramos el dinero en vano? ¿Puede ser lo de decir que una película está más que amortizada antes de su estreno y que todo el lloriqueo de la piratería es una falsedad? ¿Puede ser que la teoría del recuadradito (si una historia te atrapa da igual en qué soporte se vea, yo no estoy de acuerdo, el acto de ir al cine para mí tiene más liturgia que ir a misa, mucha más, eso sí sin palomitas apestosas y rechupeteo de pajitas sería una experiencia religiosa al nivel del éxtasis de Santa Teresa) que propugna Rafa haya molestado a los exhibidores? ¿Tal vez las turroneras (Josemi, Enrique de Miguel, el taurino, etc.) hayan presionado para cargarse a Rafa? Me faltan respuestas. Hay un capítulo de esta historia que me he debido de perder. No sé a quien pondrán a dar la lista de estrenos de la semana, si a Salas que ya se notaba que estaba opositando, o al gran José Manuel Escribano. Puede ocurrir que directamente no haya información de cine con o sin humor, porque si alguien se da cuenta el cine ya no tiene el espacio que tenía hace años en las parrillas de las emisoras de radio o televisión. Quizá no convenga a quien sea que el gusto del espectador se afine de modo tal que sólo con ver un trailer ya detectes la bazofia que te quieren inocular por los ojos. En Televisión Española los espacios de cine han quedado arrinconados en La 2, y no se promocionan, véase “Días de Cine”, porque a lo que hace Cayetana Guillén Cuervo, o hacía en su “Versión Española” no se le puede llamar programa de cine, quitando el reportaje que se emitía. Canal + ya no es accesible en abierto, con lo cual si tiene algún programa de cine, lo ignoro, la Cadena Ser suprimió “El Cine de Lo Que Yo Te Diga”, y dejó un espacio dedicado a las Bandas Sonoras en la madrugada del fin de semana. Por suerte ha vuelto María Guerra (del equipo de El Cine de Lo Que Yo Te Diga”) y además de hablar de cine se tratan las series de televisión. Tal vez María Guerra podría contar con Rafa, a quien le pegaba más ser de plantilla de la Ser, aunque su labor como garbanzo negro de Onda Cero era impagable.
Por si no se me ha visto la intención, PIDO DESDE AQUÍ QUE ALGUIEN CONTRATE A RAFA FERNÁNDEZ, NO PUEDO VIVIR SIN ÉL.
Y la cara no es lo único que tiene picada. Hay personas que son personajes en busca de autor, es decir, de alguien que les de contenido a su vacía vida. Son sociables en un trato superficial, pero en cuanto llevas la conversación más allá de los formulismos típicos acaban metiendo la pata soltando alguna impertinencia insidiosa. Puedes estar hablando de las pecas que tenías de pequeña y ella soltar con una teatral cara de asombro: “¿Más?”. Una diplomática manera de resaltar un defecto dado. Hay una clase de personas que sólo son capaces de relacionarse en la confrontación, en la comparación. Se puede tratar de tu vecina de arriba que aprovecha cualquier corrillo para hablar de cosas tuyas que todo el mundo puede ver bien para mencionarlas en tono peyorativo, o no acordarse de limpiar hasta que te oye a ti poner la casa patas arriba. Este tipo de personajes se suelen encontrar en un cierto tipo de vivienda, en una urbanización de chalets independientes no me imagino este tipo de roces.
Algo parecido pasa en Facebook, un espacio en el que las relaciones que se establecen son parecidas a las de los bloques de pisos. Alguien puede generar un contenido, un enlace, tener intereses variados reflejados en enlaces que comparte en el muro, pocos los comparten, algunos más dan al “Me gusta”, otros no ; del mismo modo en cada vivienda de un bloque los ocupantes generan contenido que no comparten porque quieran como en Facebook, pero allí está, el contenido puede ser variado, sobretodo consistente en lo que se escucha, y este contenido compartido a su pesar por un ocupante es difundido por estos personajes en busca de autor; como en Facebook tal contenido es escuchado, algunos lo critican, otros callan, y algunas veces el corrillo y sus comentarios son llevados al mismísimo muro del protagonista del contenido para que éste escuche la mofa. Otras veces la mofa consiste en usar palabras emitidas por quien genera el contenido para hacerle ver que su intimidad está en manos de ellos, en un ejercicio de intimidación psicológica propio de un régimen totalitarista del signo que sea.
No me olvido de la “mujer morena de la cara picada” porque esta mujer picada en grado sumo por el contenido de sus vecinos convierte su vida pública en un ejercicio de “No comparación”, por ejemplo, su marido puede estar hablándole en la lejanía, y ella irse donde su vecina la oiga para decir: “A mí no me compares con la mujer de nadie”. Igual en Facebook, alguien te agrega o viceversa, y ves que su muro está vacío, tras un tiempo empiezas a ver unas ganas inexistentes antes por ser activo en Facebook, te alegras, pero modestia aparte no dejas de ver un poco de imitación, eso sí, poco a poco intentan desmarcarse y si hablas de literatura intentan bajarte los humos sólo porque dices que “50 sombras de Grey” no lo es y lo comparas con García Márquez. Craso error. Aun admitiendo que tú has leído el best seller de falso sadomasoquismo, intentan tratarte de cultureta y pedante sólo por mencionar la palabra “literatura”. Te sientes violentado y pasas de seguir con un hilo de comentarios absurdo del tipo: “Sois muy malos los que intentáis aprender hortografía y que los demás la aprendan, los analfabetos tenemos derecho a espresarnos como querramos” (no debería haber puesto comillas, porque para algunos no son necesarias, y ahora dudo si cerrar paréntesis, ¿de verdad es necesario? PA’ QUE!!!!!
Puesto que me sentí acobardamiento en el hilo de comentarios pondré aquí lo que para mí es literatura: es todo aquello que escrito en folio encuadernado, en un post-it, en un estado de facebook o en un tweet te provoque sensaciones, atmósferas, ambientes, evocaciones, y además en un ejercicio de economía eligiendo bien las palabras, combinándolas adecuadamente, te provoque un efecto que ni los cientos de páginas de E. L. James consiguen, porque ¿en qué se fundamenta el éxito de la obra de esta escritora? Sinceramente, me preocupa la vida íntima de todas aquellas a quien fascina esta saga de novelas, porque se evidencia por su maravillamiento que practican poco, y mal, y quien les acompaña en el lecho manifiesta mucha torpeza.
Y eso le debe pasar a la “mujer morena de la cara picada”, que aunque de lejos podría pasar por la modelo de un cartel de fiestas patronales de cualquier ciudad andaluza de cerca y en la intimidad deja mucho que desear, y por eso en su casa no se genera contenido, ni en su lecho tampoco. Pero puede felicitarse, ha generado un post, no por sí misma, ya que para rellenar algo más de un folio a 12 puntos Times New Roman, he tenido que relacionar su mala educación, su acomplejamiento y su envidia con Facebook y “50 sombras de Grey”. ¡Leche! Y con García Márquez, el cual fue catalogado en su día como plagiario y escritor de best-seller, quien le diría entonces que su sola mención haría temblar los cimientos culturales de alguien como para reprochar a otro el no tener en consideración entretenimientos como “50 sombras de Grey”. Sirva desde aquí admitir que los inicios literarios pueden empezar por una novela de Corín Tellado o similares leída de la mitad para atrás, y esa sola mitad generar un interés por la lectura en general. Pero como cualquier lector sabrá se pasa por etapas, y los amoríos te son interesantes hasta que te enamoras, como la novelas de Sherlock Holmes y similares se te quedan escasas en misterio hasta que descubres la literatura en torno a los templarios y misterios arqueológicos y religiosos varios, etc. Pero a lo largo de tu trayectoria como lector descubres que hay escritores vivos que nunca te fallan, escriban lo que escriban, y uno de ellos es García Márquez, para mí el único. Pero como tributo al petardeo literario, porque sigue siendo letra, citaré un libro que me hizo pasar un rato amenísimo y reírme en cantidad por imaginarme a las protagonistas como si fueran Belén Esteban metida a policía y enrollada con un cirujano de prestigio, o sea, dos Belén Esteban: “Fue un beso tonto” de Megan Maxwell. Desde aquí un beso a Belén. Se puede ver/escuchar “Sálvame” -¡oh, horror!- y leer “Del amor y otros demonios”.