No es que me apasione leer
revistas masculinas, pero en mi búsqueda de la actualidad vista desde todos los
frentes no me importa ver lo que se cuece en ellas. Así que me llega un artículo de GQ, y para mi sorpresa estoy de acuerdo con él. Por eso, a diferencia de mi último
post, no voy a criticarlo, sino simplemente a comentarlo.
El artículo va sobre la moda aún
persistente, pese a hacer años de su aparición de la depilación de cejas por
parte de los hombres.
No es que no se tengan que
depilar, porque hay que liberar esa parte de sobrecarga, canas y pelos con
demasiada longitud. Pero en muchos casos se observa como la depilación cejil
masculina va mucho más allá, alterando la línea original que perfilaba los
ojos. En el artículo se pone la foto de Cristiano Ronaldo, pero la primera
persona a la que observé una concienzuda depilación cejil fue a Antonio David
Flores, un tipo medianamente atractivo, aunque sospecho que es un hombre
llavero si lo viera en persona, pero que al depilarse pasó a adquirir ese
rictus de muñeco de cera, o androide del tipo Jude Law en Inteligencia
Artificial, y no es que las lleve muy depiladas, pero el conjunto horripila. Aparte de la insustancial aportación a los programas de aquel
entonces del individuo Flores, sus cejas tan despejadas daban a su rostro un
aire tal muy incómodo de mirar. Posteriormente he observado tipos de cejas
depiladas con mayor o menor acierto, pero abundan aquellos, como el propio C.
Ronaldo que tienen ese aire a androide ya descrito por mí.
En el artículo mencionado “¿Por
qué un hombre nunca debería depilarse las cejas?” se dan diez razones:
1ª. La virilidad que aportan las
cejas en la mirada, y la singularidad de la imperfección. Totalmente de
acuerdo, pone como ejemplo esas sonrisas tan blanqueadas que ponen tan nervioso
como cuando ves algo fuera de lugar. Lo del blanqueamiento dental ha traído
cosas tan increíbles como que tus ojos no puedan apartarse de algunas sonrisas
que por su efecto hipnótico no te permitían atender a lo que el sujeto de piños
blanqueados decía. Es el caso de la insigne Isabel Rábago, últimamente conocida
por convertirse en la portavoz oficial de Campanario (me pregunto qué habrá
pasado con la anterior).
2ª Este argumento para conservar
inmaculado el vello de vuestro arcosuperciliar, chicos, es higiénico y
sanitario. La ceja está ahí para redirigir el sudor de la frente fuera de
nuestros ojos, por eso, si eres deportista, notarás que cuando sudas los ojos
te escuecen y pican y ello es porque te has depilado en exceso las cejas. Si comprendes
la necesidad del vierteaguas en tu coche deberías comprender la necesidad por
el mismo motivo, de conservar tus cejas.
3ª La tercera razón no la capto
muy bien. Creo entender que se refiere a lo pasajero de las modas. Ir a la moda
está bien, pero es necesario perjudicarse uno mismo para ponerse a la moda? ¿Está
justificado el dolor que muchos hombres seguramente pasan por culpa de la
depilación? No se trata de dejar sin trabajo a las esteticistas de medio mundo,
¿pero es realmente necesario dejar a nuestros hombres con el aspecto de
cupletistas de los años 20?
4ª Esta razón para prescindir del
depilado cejil extremo da nombres, no estoy de acuerdo en lo de Fernando
Alonso, sí en CR7 y Rafa Mora, éste último me recuerda al Nenuco rapado y con
perilla. Yo vuelvo a recordar el calamitoso caso de Antonio David Flores (creo que en el vídeo aún estaba sin depilar. qué tiempos, la que se organizó con los aerolitos que menciona Ximo Rovira)
, que
es el que más me traumatizó, aparte del de Jesús Vazquez, aunque creo que se ha
mesurado mucho, o su cara se ha adaptado a su disciplina depilatoria.
5ª “A ellas tampoco les gusta”,
destacado en negrita en el artículo. Y yo lo pongo en cursiva y subrayado además.
Por si a estas alturas de este post no es obvio, detesto los hombres de cejas
depiladas, y menos aún esos que van de supermachos, muchos de los cuales seguro
empezaron criticando la costumbre depilatoria a la que acabaron sucumbiendo con
apelativos homófobos que sobra reproducir.
9ª Me he saltado unas cuantas
razones porque me parecen una memez para rellenar, excepto lo de recordar que sí
hay que depilarse el entrecejo, pegotito de cera y en un segundo libre de él. En
cuanto a la actual novena razón, amén. Unas cejas depiladas, unos dientes
extremadamente blanqueados como los de la nombrada Rábago roban tanto el
protagonismo que el motivo de tu presencia se diluye ante la magnificencia del
trabajo depilatorio de tu esteticien, o el de tu dentista blanqueador en el
otro caso.
10ª hasta el final, aquéllos que
tengan pareja harán bien en dejarse aconsejar por su pareja. Y como bien
recuerda, si algún pelo se te desmanda de los demás no hace falta pedir permiso
para mandarlo a paseo.
Deseo de todo corazón que el
depilado, al menos el extremo, de cejas masculinas acabe ya, o tendré que dejar
de ver la tele y las pelis de última hornada. ¿Alguien se imagina a Cary Grant,
Charlton Heston, Gregory Peck, Sancho Gracia, Juan Luis Galiardo (el hombre que
mejor ha paseado la ceja gruesa y el pelo en pecho en todo el orbe) con las
cejas a lo Concha Piquer?

Artículo de GQ aquí: http://www.revistagq.com/articulos/por-que-un-hombre-nunca-debe-depilarse-las-cejas/17947
NOTA: si por un casual un
redactor de GQ, se siente molesto porque he analizado su artículo –dejémoslo en
artículo- le pido que piense en que estoy publicitando su obra –mirar el
contador de visitas-. Y si eres generoso, tal vez encuentres que mi forma de
escribir puede servir a tu revista o a ti mismo, así que te animo a que
contactes conmigo si requieres mis servicios (ordalisea@gmail.com), sí, también
me estoy ofreciendo de negra.