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miércoles, 28 de abril de 2010

ISOLINA 01

Llevaban en el campamento pocos días. Ya se habían hecho al lugar, estaban tranquilos, pero no debían bajar la guardia.


La situación era relativamente cómoda, había de todo, incluso agua y no había sido difícil llegar hasta allí. Estaban en periodo de letargo, sólo hasta el momento de que alguien se volviera a acordar de ellos para otra actuación.

Esta vez tenían más necesidades de las acostumbradas y por ello esperaban visita:

-Trabajar con mujeres trae estos problemas ¿por qué no te pusiste un candado en la bragueta?

-¡Déjame en paz! No tendríamos que esperar a nadie si hubieséis aceptado mi propuesta.

-Tu propuesta… ¿Crees que puedes echar marcha atrás? Es más, por un polvo no irás a creer que eres libre.

-¿No te das cuenta de que ella puede morir?

-Es de confianza. A la Berna le hizo el mismo favor.

-¿A cuánto dista el hospital más cercano? Es absurdo, ni siquierea tendríamos que plantear lo del hospital. Mi propuesta es sensata. No es una rajada. No me importa que mueran los otros, pero ¿Estás seguro que tú también lo cometiste?

El hombre aludido se levantó iracundo y esperaba que el otro le imitara, en cambio el sentado lo cogió del brazo y lo volvió a sentar, no le costó mucho, pues el que estaba dominado por la ira no tenía una gran envergadura:

-Aún no nos han identificado, si no nos vio nadie te garantizao que al menor problema vamos al hospital.

-¿Cómo? Ya no tenemos coche. Hemos venido hasta aquí andando. Si pasa algo cuando lleguemos se habrá desangrado- intentaba ser lo más convincente posible dentro de su enojo difícil de contener.

-¡Cuánto sabes de esto Magno! Se ve que no es la primera vez que la metes donde no debes- se sonrió con la boca y los ojos llenos de cinismo y sarcasmo.

-¡Calla, hijo de puta! ¡¿Cómo te crees que murió mi madre?! –respondió con todo el dolor aún en las cuerdas vocales, lanzando cada palabra como si fuera un puñal del más duro de los aceros. Su compañero no pudo más que percibir que había cruzado un límite que desconocía, sin más remedio contestó:

-Lo siento, muchacho, no lo sabía. Pero con más razón podría reprocharte lo que has hecho.

-Tienes la sensibilidad de un calcetín –expetó rindiéndose ante la evidencia de que no podía cambiar nada dijera lo que dijera.

Magno se levantó y dejó a su compañero con sus negros pensamientos, éste movía la cabeza de un lado para otro desaprobando la actitud de su compañero, pero llenándose de ira al pensar en Isolina, que les había metido en aquel atolladero. A él no le hubiera pasado. Él sabía dónde tenía que hacer las cosas y cómo. Magno era un sentimental lamentable, pensó sentenciando para sí mismo. Era un tipo eficaz, imaginativo y entusiasta, pero todos tenemos un lado oculto y éste era el de magno. Era un sentimental. A pesar de todo estaba a gusto con él, pero presentía que esa sociedad se iba a disolver. De rabia dio un pisotón con todas sus fuerzas en el suelo:

-¡Pequeña zorra!

-¿Hablando solo? –una voz femenina interrumpió sus pensamientos, la propietaria se puso ante él con toda su compacta y menuda figura. Vestía con ropas normales y portaba una cesta tapada con un pañuelo.

Santi, asustado se incorporó y al ponerse de pie observó los pequeños ojos azules que le miraban. Una nariz chata y bien formada servían de pilar para aquellas dos lágrimas que parecían contener el color de dos océanos, bajo ella una boca rosada, pero a punto de arrugarse en un gesto de disgusto. Santi le calculó unos cincuenta años, pero las canas aparecían cubiertas por el manto negro de crespo pelo que le enmarcaba la cara. Los movimientos de la recién llegada eran parsimoniosos, con uno de ellos dejó el cesto que portaba en el suelo.

-¡Vaya Capitán Intrépido! ¿Te he asustado?

-De las apariciones sí que me asusto.

-Bruja, llámame bruja, es más corto.

-¿Por dónde has venido?

-Por los aires –le espetó.

-¿Y tú escoba? –siguió con la broma.

-Es invisible –le dijo bajito hablándole al oído. La mujeruca olía a hierbas y eso le aumentó la impresión de que seguía hablando con una bruja en lugar de con una enfermera profesional.

-¿Tenéis de todo? –preguntó la enfermera.

-Sí –pensó que se refería a los medicamentos.

-Pues dame agua –él le alcanzó al instante una cantimplora -¿es primeriza?

-Pues creo que sí.

-Entonces esto será algo largo –sentenció con una sombra de preocupación envolviéndole el rostro como un velo negro.

-¿Es que no le vas a drogar? –preguntó Santi con cierta sorpresa e indignación.

-Sí, hombre, y se me va de las manos. Tú, a lo tuyo –remató su frase con un gesto rápido y enérgico de su mano.

-Tampoco sería el primero –dijo Santi con media sonrisa. La mujer se impacientó:

-No tienes entrañas. Me voy. ¿Dónde están?

-Yo no las tengo porque si no me las sacarías con tus pinzas y tus tijeras.

Ella sin terminar de escucharle la broma se fue dejándole riendo su propia ocurrencia.

La mujer se introdujo en la fábrica, empezó a dara vuelta a todo el patio hasta que el aire puso a sus pies un mechón de cabello. Provenía de uan de las puertas. Se acercó. Subió los peldaños como acostumbraba y se apoyó en el marco de la puerta. Dos jóvenes semidesnudos se hallaban dentro un joven le cortaba el pelo a una chica. Él tenía signos de haber pasado ya por la tijera. Con destreza lle estaba dejando a la chica una media melena, saltaba a la vista que lo había hecho otras veces. La escena era bella.

“¿Cómo pueden sembrar tantan monstruosidad?”, se preguntó para si la mujer.

-Hay que ver que no dejáis crecer nada a vuestro paso –la inesperada voz hizo dar un respingo a Magno que le hizo dejar caer las tijeras que fueron a caer de punta sobre su pie, la mujer corrió rápido y las recogió del suelo donde habían quedado abiertas con una de sus puntas manchadas de la sangre. La cerró inmediatamente.

-¡Qué pasa aquí! –gritó más que preguntó.

-Puede darse la vuelta por donde ha venido -dijo Isolina a la vociferante mujer. Ésta sin responder señaló el pie herido de Magno y le ordenó:

-Lávate. Espero que antes de ser un prófugo te diera tiempo a vacunarte del tétanos.

Magno obedeció de forma mecánica y se acercó a la garrafa cortada por la mitad que hacía las veces de palangana.

La mujer aún con las tijeras en la mano se entretuvo en limpiar la punta con un pico de su chaqueta. Con decisión puso su mano libre, la izquierda en le hombro de la chica, la giró hacia si con inusitada fuerza y le igualó el mechón que le quedaba sin rematar. El trozo de pelo resbaló lentamente por la nalga desnuda de la chica y aterrizó juanto al resto en el suelo.

-Vístete. Yo no curo catarros. Tenemos que hablar.

Magno terminó de lavarse la herida que le empezó a doler. Se echó un poco de aguardiente de lo que allí tenían. Le escoció muchísimo. Sólo esperaba que el remedio no fuera peor que la enfermedad. No olía mal. Se echó un trago aunque su estómago no se lo agradeciera. La garganta se le incendió al paso del líquido, pero sintió alivio mientras la flama espirituosa seguía camino por su esófago. El momento de la verdad estaba a punto de llegar.

Mientras Isolina se vestía la mujer no paraba de atravesarle con su mirada intentando descifrar los engranajes de esa vida para que ahora se la encontrase allí.

-¿Quieres hacerlo de verdad? –le preguntó la mujer.

-¿A alguien le importa que yo no quiera? –respondió en tono impertinente la joven.

-A ti te debería importar.

-¿Qué más da un bastardo menos en el mundo? –siguió en tono irónico Isolina.

-Tú no eres como ellos –le aseguró la mujer mayor.

-¿Quién dice que no? –siguió en el mismo tono la joven.

-Mira, no tengo todo el día. Sé que algo no marcha bien y además creo que es porque no se te nota convencida.

-No, no lo estoy –contestó Isolina bajando la guardia.

-¿De quién es, del peluquero? –intentó indagar la mujer.

-No, pero como si lo fuera –respondió Isolina con cierto orgullo.

-¿Y él quiere entonces que lo hagas? –preguntó la mujer con extrañeza.

-Él no manda –su mirada se dirigió hacia donde estaba Santi.

-Espera, espera… ¿es de él? –terminó preguntando la mujer pequeña sin apenas poder contener la sorpresa.

En la mirada de Isolina apareció una mirada de terror totalmente inesperada para la mujer que no comprendía nada, pero un idea fugaz atravesó su cerebro y todo se le confirmó:

-Ya veo. ¿Él lo sabe? Creo que temes más que él no quiera que abortes. No te preocupes no es un hombre de compromisos, pero debes decírselo, al menos que no quieres abortar.

-No sé si quiero. Yo no quiero matar. Yo no soy como ellos ¿ha averiguado eso también? Me usan. Soy su tapadera. Me dejo llevar –hizo una pausa y prosiguió terminando de confiarse a la mujer –Magno me ha dicho que puedo morir, eso es lo de menos, pero a lo pero me quedo estéril. Sé que es contradictorio, pero no lo doy todo por perdYido, porque si fuera así hace tiempo que me hubiera quitado de en medio. Puede que sea tonta al pensarlo, pero en medio de toda esta pesadilla aún creo que tengo una oportunidad de mejorar mi vida.

-Magno tiene razón. No suelo tener problemas, pero eso no es garantía de que no pase algo y hoy tengo la corazonada negra de que algo pasará –confesó la mujer en voz baja.

-Ya, las tijeras –dijo entre pensativa y divertida -¿es bruja, usted, o enfermera?

-Una cosa me llevó a la otra –concedió la bruja -¿qué es lo que puede llevar a alguien como tú a querer conservar una criatura engendrada por la mala bestia de Santi?

-A lo mejor esa mala bestia hubiera sido de otro modo si las circunstancias hubiesen sido otras en su vida –la bruja, al oir de esto no pudo contener su asombro.

-Tal vez. Veo que le tuviste simpatía. ¿Le quieres? –preguntó a Isolina con una mirada de horror.

-No. No sé. Le veía como un padre, o quizá para ser más exactas como un guía un mentor. Me ayudó, me sentía protegida y en cierto modo hasta querida. Pero cuando se le pasó la novedad me trató como un saco de patatas. Me usaba cuando lo necesitaba, y en eso terminó quedando todo.

-Me sorprende que alguien perciba algo bueno de ese sujeto. ¿Sabes lo que ha llegado a hacer? –preguntó acusando más que informando.

-Usted también sabe y sin embargo acude cada vez que él la llama –devolvió la acusación.

-Has jugado con los dos, esto no puede acabar bien. ¡Vete! Sé bien lo que te digo, vete.

-Déjeme en paz –resopló Isolina demostrando con todas sus fuerzas que la conversación le estaba incomodando –yo no he jugado. Magno me quiere, me ayuda y el otro no sabe ni que se acostó conmigo, estaba borracho, no pude quitármelo de encima. Magno no estaba y no pudo ayudarme, quizá por eso se siente responsable.

-Llevan juntos mucho tiempo, ya no se llevan bien, es una relación gastada, ahora se echan en cara todo lo que antes se aguantaban y esto puede ser la gota que colme el vaso, y a ti te va a pillar por medio. Aún no has hecho nada tan grave como para que te agarren junto a ellos –de un modo desesperado e implorante a un tiempo le rogó:

-VETE.

-No puedo. Ya estoy marcada. Toda mi vida tendré a unos u otros haciéndome echar la vista atrás –dijo descorazonada Isolina.

-Eso era antes, ya no son tan fuertes. Están muy desorganizados. Son un puñado de fanáticos rivalizando entre sí. Esto no es una guerra y no ganarán nada.

La mujer se frenó, hizo una pausa para tomar aire, sin querer, pensaba que se había empeñado en mostrarle una salida a Isolina como si con ello ella también la encontrara.

Isolina movía llos ojos como queriendo encontrar la solución a ese enigma que era ella misma, pero el vacío de la cochambre de esas paredes, no le devolvía nada. La bruja le señaló el vientre:

-Si quieres tener ese hijo a pesar de ser quien es su padre ess que aún tienes la inocencia de quienes creen que este mundo tiene arreglo. Si te decides te puedo ayudar –de la cara de la bruja había desaparecido la maliciosa resignación a la que su secreto oficio le había acostrumbrado.

Un ruido hizo girar a ambas para descubrir que Magno lo producía al alejarse de donde estaban porque lo había estado escuchando todo.

Se acercó a Santi, encarándosele. Éste, sentado, levantó sus ojos hacia los suyos para clavar esos brillos llenos de maldad:

-¿Y ahora qué? ¿Ya está hecho? Relévame.

-Quieto. Tienes que saber algo –intentó retenerlo allí con sus palabras.

-Cojonudo, esa tía es un saco de problemas –creyó adivinar Santi, que con lo dicho por Magno nada había salido según lo planeado por él.

-No lo va a hacer. Y tú eres el padre –dijo sin rodeos Magno, quizá para no arriesgarse a ser interrumpido. Santi, resopló y se sonrió:

-Lo que faltaba, endosándome bastardos a mí. Si no se lo arranca la bruja lo haré yo -se fue a levantar con todo el impulso pero Magno con todas sus fuerzas lo aplastá para que siguiera sentado en los escalones donde lo hacía.

-¿No recuerdas la noche en que nos cargamos al medallitas? Para estar seguro de algo hay que saber lo que uno hace en cada momento. ¿Qué hiciste aquella noche? –preguntó con la voz cargada de acusación y de razón a un tiempo.

-Lo mismo de siempre. Celebrarlo –soltó con una risilla.

-Como siempre no. Isolina estaba con nosotros ya, hace dos meses y se quedó a solas contigo –una mirada de contrariedad cruzó sus ojos que perdieron su frialdad por un instante.

-No –negó como por costumbre, pero algo le seguía haciendo pensar, como si a su mente acudieran en torrente los recuerdos que Magno invocaba. Su cabeza negaba mientras sus ojos ensimismados parecieran contemplar las escenas que en su mente se antojaban increíbles por creerlas fruto de su imaginación calenturienta. Eran, no obstante, demasiado reales, la memoria del tacto las perfilaba de un modo rotundo. Un recuerdo más aguijoneó su corazón. La cara de asco y el rechazo de Isolina. Sus palabras empezaron a golpear con su eco sus oidos:

-Odio a los borrachos, déjame –era innegable, no era una pesadilla. De repente surgió de la vorágine de su memoria:

-¿Dónde está? ¿No se habrá ido? –preguntó exigiendo.

-¿Ya recuerdas? –hizo la pregunta en tono sardónico.

-¿Y tú? ¿Cómo estás tan seguro de que no es tuyo? –intentó defenderse atacando.

-Yo no la he tocado –aseguró casi con pena –si fuera mío no hubiera esperado a que se decidiera a nada. No estaríamos aquí.

-Tienes alma de traidor. Ya lo sabía –intentó herir.

(Continuará)

viernes, 23 de abril de 2010

Perdona bonit@, pero leo

Hoy ha sido el día de San Jordi, San Jorge para los castellanoparlantes, dado que se ha extendido la costumbre de regalar libros en este día como se hace en Cataluña me pregunto cuántos se leerán y cuántos quedarán abandonados sin más atención que el polvo que les visita en un hueco en la estantería haciendo compañía a más congéneres.


Supuestamente está muy bien visto leer, pero si convives en una comunidad donde la mayoría no lo hace porque no quiere, no porque no tenga tiempo, te intentan dejar en ridículo, como si leyeras para considerarte superior a ellos.

Leer para este tipo de personas que no han leído un libro entero en su vida, ni por obligación, es algo de esnobs, nada comparable a escuchar música o ver películas. Sin embargo, un libro no es más que un soporte para establecer una comunicación, para hacer llegar un mensaje, igual que una canción o una película, o igual que una sesión de chat. Seguramente hay sesiones de chat que se podrían publicar tal cual y habría gente que compraría los libros donde se publicaran. Acceder a un mensaje a través de un libro, un cd, o un dvd para mí es lo mismo. Con la diferencia de que un libro es más económico, si lo compras para entretenerte, el libro te dura más horas que un cd o dvd, costando parecido sacas más rendimiento a su coste, y ya no digamos lo bien que te sale de precio si el libro lo tomas prestado de la biblioteca, que encima si no te gusta lo devuelves y no has perdido nada salvo el tiempo, o sea poco. Pero aunque te lo leas y te guste, si no te ha conmocionado, no tienes que cargar el resto de tu vida con el libro si eres de los que consideran pecado tirar un libro a la basura.

Leer no es obligatorio, aunque se puede obtener ventajas. Siempre se habló de que leer era el modo más fácil de adquirir vocabulario –descartar el rebuscado, aunque si lees libros de época puedes acabar hablando en castellano antiguo si se eres del tipo de persona a quien se le pegan los acentos-, siempre que uses un diccionario, y a su vez de aprender ortografía. Si ves muchas veces escrita una palabra es difícil que tu memoria fotográfica no la acabe fijando a fuego en tu cerebro. Por otro lado, también se aprende a escribir algo de un modo cercano a la corrección gramatical, saber donde suele ir una coma, cuando hacer punto y aparte, e incluso captar que un texto tiene ritmo y aprender a escribir acompasadamente. Todo esto viene bien si consideras que algún día te puede servir de algo, si no para nada aconsejo hablar “finolis”, te acaban cogiendo una manía espantosa.

Leer, si es de tu gusto hacerlo, es maravilloso cuando das con un buen libro. Me encantaría expresar esto de un modo menos cursi: sumergirte en las páginas de una buena historia puede conseguir más que los más currados videojuegos, puede conseguir incluso que de verdad estés en esa historia e incluso que llegues a soñar con ella. Leyendo lo único ajeno es el argumento, pero en tu mente la película la diriges tú, allí tú decides como suena la voz de la protagonista, de qué color es el traje del cochero, el tamaño de la casa, la duración del beso. Algunas novelas se escriben citando canciones o piezas musicales, pero puedes leer esa historia con la banda sonora que tú elijas, y si eres músico incluso te puede inspirar una composición como le sucedió a algunos autores.

Imagina que todos esos días vacíos donde se dan circunstancias en las que no tienes nada que hacer o no te apetece nada mejor que hacer te topas con una buena historia que haga que el tiempo se te pase volando por lo mucho que disfrutas con ella.

Y si estás leyendo esto, ya lees, pero no te garantizo que mi obrita esté supervisada por una editorial.

Si no lees, ni tienes intención, no ridiculices a la gente que lo hace, si te hablan de lo que leen es porque han disfrutado con ello y lo quieren compartir con la gente igual que cuando ves una película y la recomienda, al final sólo son historias con las que disfrutamos, nos entretenemos haciendo la vida más amena y a veces hasta aprendemos cosas, igual que en las canciones y las películas.

El aburrimiento es muy malo, puedes acabar en foros diseccionando la supuesta intimidad de una pareja recién separada que una vez fue famosa, y hasta te puedes enganchar a ello.

La señora Danvers, perfil de un fan "apasionado"

Me pregunto qué habrá sido de todos los que entraban a los comentarios de la Noticia Eliminada, ellos saben a quienes me refiero, y los que no, que lean post anteriores. Vuelvo a los comentaristas de la Noticia Eliminada, se habrán quedado huérfanos, o acaso se habrán “refugiado” en otro lugar donde les hayan dado hueco. O habrán vuelto victoriosos a la guarida de donde salieron para pelearse por unas visitas a su foro.


Recientemente he descubierto que uno de los foros que cerraron, al cual no nombraré para no hacer publicidad, pero sus cancerberas saben a cual me refiero, ha vuelto a abrir sus puertas, bueno abrir sus puertas es un decir porque en realidad te piden dos mil contraseñas para hacerte del foro. Sí, los más agudos han acertado, he intentando infiltrarme en el famoso foro que cerraron y no he podido. Lo que me parece más curioso de ese foro es que su supuesta creadora/administradora o lo que sea aparece con una edad de once años. Supongo, es un suponer, lo que va a continuación es una teoría: no tiene once años en realidad, pero SUPONGO que es una buena forma de eludir la legalidad si alguien va reclamando, qué se yo, reclamando algo.

Es superfuerte lo de la peña dándole al soniquete durante nueve años sin parar. Yo en su lugar, repito, yo, me lo haría mirar. ¿Por qué? Porque hasta aquellas gritonas que se quedaban a vivir una semana en el aeropuerto cada vez que venían los New Kids On The Block, los Back Street Boys, o cualquier grupo de similar corte que a mediados de los noventa estuvieron a punto de reventar los psiquiátricos, y sus fans los oídos del personal con sus berridos, digo, hasta ellas ahora serán muchachas normales que habrán encontrado muchachos reales hacia los cuales volcar su apasionamiento desmedido.

Es absolutamente increíble, pero nada bueno, estos “apasionamientos” (lo llamaré así para que nadie se ofenda, es que parece ser que FANS HISTÉRICOS no es apto para todas las sensibilidades) trajeron consecuencias como el asesinato de John Lennon, el intento de homicidio de Ronald Reagan para intentar llamar la atención de Jodie Foster, etc.

Estos casos me recuerdan a la Señora Danvers de “Rebeca”, para los que no hayan visto esta obra cumbre de Hitchcock producida por David O’Selnitz –espero que sean pocos-, la Señora Danvers es la muy devota ama de llaves de la Mansión Manderlay, que no encaja nada bien que el objeto de su devoción, la difunta Señora De Winter, o Rebeca De Winter, sea sustituido por la Señora SinNombre –no recuerdo que lo mencionen, me refiero al personaje interpretado por Joan Fontaine- De Winter. No cuento más para no destripar el argumento a aquellos que quieran desintoxicarse de sus actuales obsesiones sobre ciertos personajes de Gran Hermano y deseen sustituirlas por la muy saludable y nada dañina afición al cine –viendo cine es imposible hacer daño a personas reales, salvo al director cuando no te gusta su peli, etc.-. Mucha gente opina sobre este personaje mítico del cine que lo que siente por su difunta señora es amor, amor de pareja, yo en cambio no opino así, no es amor, sino pura y simple idolatría, en este sentido la Señora Danvers es muy parecida a Leporella. Son seres que una vez conocen un ser. que según su código de valores es extraordinario y superior, deciden o les sale sin reflexión ninguna vivir a través de ellos, una vez son conscientes de que jamás por mucho que hagan llegarán a superar ese ser ideal, ni siquiera igualar, hacen del mundo del ser elevado en un pedestal su mundo, sus amores son los del ser idolatrado y sus odios también. Y en el caso de la Señora Danvers ante la desaparición de su ídolo, lo que consigue es perpetuar su figura mediante la conservación y el recuerdo, hasta que alguien amenaza la integridad del mausoleo en el que se ha convertido Manderlay, entonces comienzan a aparecer los actos manifiestamente agresivos y maléficos. ¿Qué pasa entonces cuando en lugar de tener un ídolo se tienen dos que constituyen una pareja y ésta acaba rompiendo aparentemente? Desde luego casos ha habido y no se han limitado a perpetuar el recuerdo como era intención de la Señora Danvers, pero sí han tenido comportamientos de dudosa ética.

Analfabeto en comprensión lectora

Hay gente que cree a pies juntillas que todo lo que se escribe en un blog es un diario. Tal vez en un inicio así fuese, pero hoy día es un soporte de publicación de todo aquello que se te ocurra.


Pero la insistencia en sostener esta creencia de algunos se debe a que conocen al escritor del blog y desean achacarle con una intención “x” todo lo que se postea. Séamos francos quienes quieren creer que todo lo pecaminoso que sale en un blog es la biografía del autor sólo quieren creerlo y difundir su creencia con el fin de perjudicar. Pero aunque así fuera, ¿alguien colgaría en un blog su intimidad? La respuesta es que muy poca gente, o gente incauta que no sabe que por muy bien que escriba, las interpretaciones sobre lo redactado son muy libres y normalmente malinterpretan siempre en contra tuya, curiosamente nunca a favor.

El mundo no es tan grande como se cree, y tarde o temprano todos en algún momento de nuestra vida acabaremos pasando por ese pequeño catálogo de seres y estares que es más bien reducido. Acabaremos haciendo cosas que antes pensábamos que nos moriríamos antes de hacer, y si no son esas en concreto serán cosas parecidas o incluso peores.

Puede pasar que tú escribas sobre un hipotético gigoló y una persona más bien cobarde que ha leído tu blog, para hacértelo notar no hace más que usar esta palabra, o achacarte cosas que cree haber entendido.

Dios o no saben leer o malinterpretan mal a posta. Porque tú puedes hablar de un gigoló y al día siguiente un jilipoyas fijarse en tu culo y preguntarte si llevas tanga. Tíos que se las dan de machos y que presumen de puteros se atreven a hacer según qué comentarios sólo porque creen que han entendido no sé qué. Personas que tienen sobre cuarenta años, y luego dicen que la enseñanza de antes era mejor. Sería mejor pero en este caso debieron olvidar lo aprendido porque NO ENTIENDEN NADA.

Esto último me lleva a recordar cuánta gente cree que porque sabe leer, como aprendieron en la cartilla, creen que no son analfabetos, joder, puedes saber leer en voz alta, ¿pero comprendes lo que lees en voz alta o no?

Consejo: LEER SIEMPRE CON UN DICCIONARIO AL LADO, PARA CONSULTARLO, NO PARA APOYAR LA CERVEZA

miércoles, 21 de abril de 2010

Esteban y Sara (no indicado para menores y adultos de ciertas sensibilidades)

Ya habían llegado los silencios muertos. No había nada más interesante que decir. Sara decidió que era hora de tomar el aire y fumarse un cigarrillo. Todos la conocían, tanto así que nadie preguntó cuando se levantó y salió del bar. Tomó la bocacalle que había casi enfrente de la puerta del establecimiento y se apoyó en la pared húmeda y secular a su espalda. Mientras sacaba todo lo necesario para encender el pitillo vio por el rabillo del ojo izquierdo como alguien más salía. No lo reconoció, el bar estaba atestado cuando entraron así que la mirada de reconocimiento habitual fue poco eficiente. Se preguntaba cómo pudo haber pasado por alto por muy tapado que estuviera a semejante ejemplar humano. Mientras se sumía en estas cavilaciones y sin perderlo de vista el hombre corpulento de estatura media se aproximó a ella con una infinita sonrisa pícara en los labios de un rosa que delataba su tierna edad. No pasaría de los veinticinco. Con una mirada cínica expresa para no dejar traslucir su inquietud Sara lo miró de frente aún sin tener claro si se dirigía a ella como parecía. Esta vez no se equivocó. El hombre rubio a la luz de la farola con unos ojos brillantes que parecían claros se paró frente a ella.


-¿No quieres algo mejor?- le dijo a Sara sacando del bolsillo de su chaqueta vaquera un cigarro liado sin dejar de sonreír con el descaro que llevaba preparado desde que salió del bar. Sara resopló bajando la cabeza medio riéndose para a continuación levantar la cabeza y decirle:

-¿Es que me quieres desvirgar con eso? Si lo quisiera lo habría comprado ¿no crees?

-se quedó pensativa, calibrando si lo que le quería decir delataría su nerviosismo, pero lo dijo.

-¿Qué quieres en realidad? -el tipo se revolvió en sí mismo.

-Está claro ¿no?

-Está claro que si no puedo ser tu madre, sí podría ser tu tía. Y esta tía buscaba soledad y no buscaba porros.

-No te pongas así… porque me vas a gustar más.- ella rompió a reír con auténticas ganas. Hacía mucho que nadie se tomaba tanto interés por ella. Él continuó -estaba sentado a tu espalda y no he podido dejar de escucharte. Me has gustado sin saber cómo eras y he salido tras de ti al sentir que te levantabas. Me gustaría seguir conociéndote.

Ella se quedó perpleja, alguien que deseaba estar con ella físicos al margen. Pensó que si era un truco seguramente ya lo emplearon con ella aunque no lo recordara con exactitud, pero aquellos ojos, aquella sonrisa le invitaban a confiar aunque perdiera todo en el intento. Además hacía mucho que no echaba un polvo, y más hacía desde que lo hiciera con un tipo tan osado y encantador. Él empezó a impacientarse, en parte porque tenía frío. Ella le pasó un brazo por encima y le tranquilizó:

-Voy a despedirme y a por mis cosas. No tardaré. ¿Y tu gente?

-Mi gente ya no me espera -en ese momento salían varios chicos mirándolo y riéndose poniendo el pulgar hacia arriba. Alguna de las chicas taladró a Sara con una mirada asesina. Sara saludó con la mano y luego puso el pulgar hacia arriba siguiendo la broma, mientras andaba hacia el bar seguida por Esteban dos pasos atrás mientras hacía el gesto de acariciar con sus manos el trasero de Sara.

Entre copa y copa fueron cruzándose la información necesaria para evitar el “oye” o el “eh, tú”. En uno de los bares del trayecto de su mutuo conocimiento Sara explotó:

-No sé tú, pero yo no puedo aguantar más. Vamos al baño.

Bajaron las escaleras, ella con cierta premura. Pese a las miradas de las tías que allí había se metieron en una de las cabinas. Cuando ella le miró él estaba sobrecogido por la sorpresa.

-Pensé que la urgencia era …- Sara tapó su enorme boca con la suya e inmediatamente él la siguió. Sara se embriagó con el perfume de él. Sintió que se volvía loca. A pesar de lo que él pensase ella lo atrajo hacia sí con todas sus fuerzas. Él para no ser menos la rodeó con sus brazos, ella sintió su erección y se asustó, parando el ritmo. Él lo aprovechó para meterle los brazos por debajo del jersey, dando fe el tacto de sus manos del tamaño que creyó adivinar al verla en el reflejo de la cristalera del bar, solo quedaba verlos, olerlos, saborearlos, fantaseaba Esteban mientras pasaba los pulgares por los pezones, sin apartar la vista del escote, le alzó el sujetador cogiéndolo por él elástico. Sara estaba retorciéndose entre el gusto y la impaciencia, no quería estar más allí, necesitaba su cama. El olor le estropeaba todo. Se estaba empezando a arrepentir de haber bajado allí. Pero en algún sitio tenía que ser la primera toma de contacto, pensaba justificándose a si misma.

-Vamos a un hotel -le susurró al oído para a continuación pasar su lengua caliente por la oreja dejando un rastro de saliva. Ella buscó su boca y devorándosela bajó mientras tanto la mano a su bragueta. Él adivinando la intención se desabrochó cinturón y pantalón. “No lleva calzoncillos” se asombró Sara. Eso la encendió más y tras observar el miembro decidió que aquello merecía la proeza que nunca se atrevió a hacer. Le miró a los ojos mientras acariciaba su pene, lo besó suavemente, pero haciendo saliva con la lengua y a continuación se agachó para introducirse a continuación el pene en su boca. Esteban no podía creerlo, era la primera vez que no tenía que rogar por esto y menos en la primera noche. Esteban sentía como si le hubiera tocado la lotería, para a continuación preocuparse por si ella se daba cuenta de lo muy contento que estaba. Decidió dejarse de chorradas y entregarse al placer que ella le daba, miró su nuca y le dio un poco de miedo tocarla. Se inclinó por simplemente acariciarla. Sara notó su miedo, le cogió las manos a él y se las puso alrededor de su cabeza. Él entendió y empezó a guiarla. Tan maravillado estaba que no pudo evitar llorar de placer. A él no le habían contado que esto podía pasar. Una oleada de placer inigualable le inundó el cuerpo y estalló en un orgasmo que dio paso a la eyaculación. Él iba a retirarse, pero ella no le dejó. un minuto después él la levantó y la besó, la mirada de ella le encendió de nuevo, pero su cuerpo todavía no le seguía. La ayudó a recomponerse. Le colocó el pelo con cuidado y procedió a ocuparse de su propia vestimenta. Al tomar el pomo de la puerta Sara se frenó, se puso roja como una chiquilla, se volvió a mirarle a él que también estaba rojo. Ella se rió complacida, le tendió la mano y él se la apretó fuerte. Sara se irguió todo lo que pudo y abrió. Ufff… no había nadie a la vista. Mirando el reflejo de los dos en el espejo se rieron. Esteban tiró de ella y empezaron a subir los escalones del bar. Siguiendo el impulso Esteban tiró de Sara hacia la calle. Acababan de irse sin pagar.

lunes, 19 de abril de 2010

Se han salido con la suya

La autora de la noticia ya ha anunciado que esta noche la eliminará, ignoro porqué habrá tomado la decisión. Aunque a juzgar por los comentarios de lo avisos que la autora ha ido dejando es fácil ver que la pobre leía todo lo que se escribía, si es que a lo que ponían, que yo también leí se le puede llamar escribir. Cervantes tiene que estar revolviéndose en su tumba y ya no digamos la Real Academia al ver como es maltratado el lenguaje y usado para un fin tan sinsentido como es discutir la separación de unos ciudadanos que una vez fueron famosos, pero hace tiempo que no ejercen como tales. Un ejército que a juzgar por los foros destruidos eran dos, uno contra otro, se ha lanzado a especular y elucubrar sobre razones que ningún medio de comunicación da y menos aún los propios protagonistas.


Es gracioso leer como pese al control con comentarios de tanto disparate, y la consiguiente eliminación de comentarios aún los hay que siguen rescatando los disparates borrados y los lanza de nuevo con la excusa de que defienden a no sé quién o no sé cuál. Así es lógico que la espiral de comentarios nunca cese porque alimentan la controversia continuamente. En muchos comentarios se ve a todas luces que nadie lee la noticia, directamente entran a comentar. A mi juicio la autora nunca debió dialogar con ellos como observé que hizo ayer. En especial dos diletantes se han crecido y le han retado. Ya se han salido con la suya.

Yo sé como funcionan esas webs de noticias, así que si la autora se pasa por mi blog que lea que yo pienso que no pierde nada por eliminar la noticia porque los anuncios que le ponían eran malos, o sea, que no clickaba nadie, y son baratos, por cada clic es difícil que le dieran nada.

Lo más curioso de esta autora es que tiene noticias mejores que ésa y de todas, más de cincuenta, sólo ésta ha pasado de 6000 visitas, y ha llegado a 30000, que eso es muy estimable, si no fuera por la patología que hay detrás de tanta visita.

La autora no debería eliminar la noticia sino a los comentaristas con mala baba que han entrado.

Por cierto que ya he visto que han entrado a este blog por citarlo la autora y se han molestado porque meto en el mismo saco a los fans, pues quien se pica ajos come. La gente de buena fe que es fan de algo de un modo sano no está constantemente alimentando un debate público sobre sus ídolos.

Ángel y Sabrina de GH2 se separan

Aprovecho las cientos de visitas a esta entrada para pedir vuestro apoyo para Frank Cuesta, o más conocido como Frank de la Jungla,.Su esposa, Yuyee, como sabréis ha sido condenada a 15 años por un delito no probado, ya que la supuesta prueba desapareció en el supuesto análisis. Su abogado no hizo un gran papel, y las amenazas que Frank dice haber recibido indican que él y sus actividades son molestas para ciertos poderes. Quienes conozcáis algo de leyes sabréis que tal y como él lo ha contado ese juicio es un total despropósito. En cualquier caso, culpable o no, nadie merece pasar quince años por una nimiedad como ésa, si es que es así. TIENEN 4 HIJOS, creo que es suficiente motivo para percatarse de la injusticia cometida contra Yuyee por sabe Dios qué motivos. Así que ruego que firmes esta petición en Change.org, ante todo léela, el objetivo está a punto de cumplirse, y si firmas mucho mejor. Muchas gracias lectores, por atender en este humilde blog.
AQUÍ EL ENLACE: 


El contenido de esta entrada era una noticia de Globedia, pidiendo permiso a la autora, y como estaba publicada con Licencia de Distribución Gratuita, la he RECUPERADO ya que ella anunció su eliminación. debido a que los seguidores de la pareja convirtieron los comentarios en un pseudoforo difícil de controlar. 
APROVECHO PARA RECORDAR QUE EN ESTE BLOG HAY MÁS POST QUE TE PUEDEN RESULTAR INTERESANTES
http://ordalisea.blogspot.com/2014/06/20-trucos-superpoperos-para-ligar-antes.html

http://ordalisea.blogspot.com/2014/06/gq-por-que-los-hombres-no-deben.html

Según se anunció en el programa en recuerdo a todos los grandes hermanos emitido en Telecinco el sábado por la tarde (6 de febrero de 2010), presentado por María Teresa Campos, esta pareja mítica acababa de romper, según dijo la periodista Pilar Eyre. No ha habido desmentido por parte de la pareja, ya que se prodigan poco en los medios. Sin embargo, la noticia sin confirmación suficiente y sin desmentido también, ha causado honda impresión entre los miles de fans de la pareja, de la que guardan muy buen recuerdo y les tienen gran cariño. Después de la traca soltada por Eyre sólo un vídeo en Terra Corazón demostraba sólo y solamente que Ángel Tous seguía vivo y se movía, eso si era él, porque hay que recordar que tiene un hermano gemelo que con barba pueden pasar aún más el uno por el otro.



Sabrina fue la concursante que ganó su edición, Gran Hermano 2 (2001), caracterizada por su timidez en contra de la mayoría de los concursantes se alzó con el premio por no tener una personalidad estridente. Muchos achacaron su victoria al apoyo que se le daba desde el programa de María Teresa Campos que conducía en aquel entonces, Día a Día, el cual se emitía por las mañanas.



Otro de los rasgos de la discreta Sabrina durante su participación en el programa fue su evidentísimo amor hacia Ángel Tous. Muy recordado por ser el que dio pie a Carlos Navarro, alias “El Yoyas” para que profiriera la famosa frase que causó su posterior apodo: “Le voy a meter dos yoyas que le van a temblar las orejas”. Una discusión que derivaba de la pérdida de una prueba que consistía en test con los que tenían que demostrar que conocían al resto de los concursantes, para conseguirlo la prueba se preparaba con conversaciones entre todos en las que intercambiaban información personal.



La separación fue anunciada en el Programa de María Teresa Campos que los sábados por la tarde en Telecinco dedica al recuerdo



Durante la participación en Gran Hermano no tuvieron una relación, muchos decían que él no la correspondía. Pero nadie sabía lo que se decían, pues se comunicaban dibujándose letras con el dedo sobre la piel.



Si bien no era, Sabrina, proclive al protagonismo lo alcanzó por varios hechos, a destacar dos en concreto:



1) Sucedió cuando una gallina se cayó a la piscina, ella socorrió a la gallina y le realizó maniobras de resucitación, entre ellas el boca a boca, en este caso, boca a pico.



2) En una ocasión en el confesionario llevando gafas oscuras pidió al Super que si podía irse detrás del sofá a llorar, pues se sentía mal y según confesó había hecho el ridículo. Este hecho dio más alas a aquellos que no pensaban que Ángel tenía interés en tener una relación con ella.



Los concursantes se enamoraron en la casa pero iniciaron la relación una vez fuera de ella

Tras salir de la casa, iniciaron una relación que acabó en boda, sin embargo lejos de acallar bocas hubo dos personas que se alzaron como adversarias de la pareja:



-Marta López, primera expulsada de la edición de la pareja, entabló una relación sentimental con el hermano gemelo de Ángel, Alejandro Tous, el que luego fuera protagonista de Yo soy Bea, la serie de Telecinco basada en la muy popular y prolífica en adaptaciones, Yo Soy Betty La Fea (Colombia, 2001). Y no fue invitada a la boda, en parte debido a que al ser contratada en multitud de programas de los que acabó siendo de plantilla, aireaba y opinaba de modo que molestó a la pareja.



-Belén Rodríguez, hija de la célebre doña Adelaida (Chari Gómez Miranda) que introducía los capítulos de la telenovela Cristal, era una de las pocas trabajadoras de María Teresa Campos que duró muchos años junto a ella. Con Gran Hermano, Belén adquirió un protagonismo que le ha llevado a ser una institución entre los opinadores de Gran Hermano, siendo una insustituible del Debate de Gran Hermano, y de la tertulia de Ana Rosa dedicada a estos temas y otros realitys. Sin embargo, su relación laboral con Campos, que venía de muy antiguo, terminó sin que los motivos hayan trascendido con claridad. En el primer Gran Hermano la posición de Belén era favorable al que resultó ganador, llegando a manifestar en broma un enamoramiento hacia Ismael Beiro; con el segundo Gran Hermano, repitió jugada con Ángel, y su descreimiento de la relación amorosa entre Ángel y Sabrina fue tan notorio e intenso que parecía que tenía algún interés personal por el concursante, ello fue causa de incomodidad. A pesar de ello Sabrina trabajó durante algún tiempo para Día a Día, participando en El Corrillo, sección que dedicaban a comentar Gran Hermano y otros asuntos de menor enjundia que los sucesos, el corazón, y la Mesa Política.



Poco a poco la pareja tan cuestionada fue desapareciendo de la escena pública, excepto la participación de Sabrina en Aventura en África, en Antena 3, pero después, como se ha observado, no han colaborado en programas especiales dedicados a recordar ediciones pasadas de Gran Hermano, aunque no fue así en un principio pues asistían a programas donde más o menos se les trataba bien. Poco se ha sabido hasta ahora de ellos, salvo que tuvieron un hijo.